Violencia contra la mujer

Cada vez son más frecuentes las preocupaciones sobre el límite que puede tener la cotidiana y reiterada violencia contra las mujeres que los medios de comunicación no dejan de anunciarnos. Ello me hace pensar en lo atávico que puede llegar a ser ese instinto o sinrazón que mueve a unos contra otras. Sobre esto me ha venido a la mente la aventura de un gentilhombre de Savona ocurrida durante el segundo viaje de Colón y contada por Roger Bartra en su exquisito libro el Salvaje en el espejo.

Cuenta nuestro gentil hombre que: "habiendo capturado una muy bella mujer caribe, que el dicho Almirante me donó, y que -habiéndola llevado a mi cabina y estando desnuda según su costumbre- me inspriró el deseo de satisfacer mi placer. Quise ejecutar mis deseos pero ella no aceptó y me arañó de tal forma con sus uñas que hubiera preferido no haber nunca comenzado. Pero al ver esto (para contarte todo hasta el fin) tomé una cuerda y le propiné tan buena paliza que daba unos alaridos inaudítos, que no lo podrían creer tus ojos. Finalmente llegamos a tal acuerdo que te puedo decir que ella parecía haber sido criada en una escuela de putas". (citado en T. Todorov. La conquista de América, pg.56.)

Es asi como el salvaje, en el fondo y tal como nos cuenta Bartra, era percivido como una mujer lujuriosa a la que habia que saber tratarla con la violencia debida, como dueño y como macho, para descubrir en su corazón las humanas dulzuras del amor. Si eso podía ocurrir así era porque la imagen que se tenia de la mujer asi era y lo que hoy nos queda preguntarnos es hasta donde ha cambiado esa imagen.