Blog de Juan-Luis Alegret

Blog de Juan-Luis Alegret para compartir lecturas, ideas y sensaciones sobre el estado del mundo y de sus gentes pues no solo hay que saber vivir, sino que también hay que saber donde vives

22 dic 2018

La ideologia del comer

El bienestar, bajo la forma de un sindrome, the Wellness Syndrome, ya se ha vuelto una ideología y como tal ofrece un conjunto de ideas y creencias, así como también de propuestas que se transformán en una doctrina. Además, hoy ya podemos hablar de una bio-moralidad, más allá de la moralidad de los sentimientos y de las emociones. La bio-moralidad promueve el siguiente axioma: una persona que se siente bien y es feliz es una buena persona; una persona que se siente mal y no es feliz, es una mala persona. Así, la bio-moralidad es la moral que exige ser feliz y saludable y el comer no cabe duda que tiene mucho que ver con todo ello.

Tal y como proponen Cederström y Spicer, hoy sentimos una fascinación profunda con lo que nos ponemos en la boca. Verdaderamente, el comer se ha convertido en actividad paranoica que ya no está pensada para procurar placeres momentáneos a través del gusto. Se piensa que comer correctamente es el modo de construir una vida feliz y próspera, libre del estrés y el desespero. Comer correctamente es un logro que alcanzan solo los poseedores de conocimientos superiores.

En la medida que el significado cultural de esta actividad ha crecido, el mercado para el consejo del experto ha florecido. En un estilo que mezcla sofisticaciones new-age con descubrimientos científicos, los dietistas, los coachings alimentarios y los chefs celebrities se han elevado al estatus de nuevos predicadores. La mesa de comer ya no es más el altar de delicias suculentas, ya no es un lugar para compartir una comida y una conversación o la vida familiar. En vez de ello se ha convertido en una farmacia donde vigilamos constantemente las grasas y calorías y conscientemente comemos el alimento convertido en una forma de medicación. Comer correctamente se ha convertido en un nuevo desorden idiosincrático: la ortorexia. (Carl Cederström y André Spicer, Wellness Syndrome, 2015)

Para Verdú, la Ortorexia es una patología alimentaria que induce a comer siguiendo caprichosas supersticiones y virages esotéricos. La Ortorexia rechaza los transgénicos o los productos tratados con pesticidas, pero esgrime además creencias que demonizan la sal, el azucar o el atún o ensalzan la sardina y el kiwi, por ejemplo. Quien se ve sumido en la ortorexia adquiere la dependencia de un drogadicto y la adhesión de un fanático (Verdú, 2003:227)

Según Puigvert, "la gastronomía galvaniza todo lo que arte expresaba antes de su agotamiento contemporáneo: la singularidad de un individuo creador y su búsqueda de la perfección, sí, pero, también la experiencia sensorial del espectador. Si las artes cultas del siglo XX entraron en crisis es precisamente por haber negado al espectador la experiencia de los sentidos. Por haber apelado exclusivamente a la mente, confundiendo la literatura con la filosofía, la música con la matemática y la pintura con el concepto.
En la comida es obligatorio apelar a los sentidos. Vista, olfato, gusto y tacto (incluso oído: sorbetes y crujientes). La escisión se produce cuando una tendencia (la tecnoemotiva de Adrià) se entrega hasta tal punto a la idea que los sentidos para la captarla deben subordinarse a la mente. Con buen olfato comercial, Santamaría proponía que de lo que se trataba era de comer, no de pensar. "Cuando la modernidad pierde la olla, la tradición convierte la olla en bandera". Puigverd LV 10-6-2008. Tambien lo decía Josep Pla: "la cocina de un país es su paisaje puesto en la cazuela".

Con todo ello no estamos diciendo que llevar una dieta sana no sea deseable ni recomendable, lo que decimos es que el problema aparece cuando la dieta se convierte en una obsesión y la comida pasa a ser el centro de todo.







No hay comentarios: